domingo, 19 de febrero de 2017

心の忘れない痛み:パッサト*



               *(Kokorono wasurenai itami: Passato/ El dolor inolvidable del alma: Passato)


A veces, sino es que siempre, caminamos bajo la sombra de la rutina. Un círculo de horas que nos lleva a ser cual máquinas sujetas a las orden del Maestro. Sin embargo, en algunos momentos de nuestra delicada existencia se siente, dentro de nuestra anima, un vidrio quebrar. "¿Qué sucedió?", nos preguntamos extrañados de la pequeña roptura de las acciones nuestras. Pensamos segundos eternos sobre lo que nos ha acabado de suceder; concluimos que sufrimos por un recuerdo no curado. Nos proponemos a indagar de cuál es; descubrimos que, efectivamente, es aquel del mas azul y remoto día que creímos superar. Sin embargo, como hemos comprobado ahora, no ha sido así. Volvemos a repetir, por ende, las imágenes húmedas, turquesa, carmesí que ahondaron en el kokoro muchas lunas atrás. La tortura que olvidamos y no olvidamos inicia en  nuestra mente fragmentada. "¿Por que, carajos, lo hice?", nos cuestionamos una vez más. Nos incrustamos el veneno del eterno sufrir, en vez de escupirlo far away from us.     

Los segundos se vuelven minutos; los minutos, horas; las horas, días; los días, semanas; las semanas, meses y así hasta ahogarnos completamente en nuestro dark abyss.  Las rutina ahora se tornan tan tediosas que el corazón no canta en las horas alegres; susurra humedad, rabia, impotencia de ojos que no pudieron cambiar el rumbo de la situación. No importa ya cuantas palabras de viento motivante oigamos, pues hemos caído ciegos al dark abyss, which is eating our, now, weak souls. Nadie nos puede iluminar, sólo nuestra fuerza de vivir nos ayudará a ver la cuerda difuminada que está, desde algunos no sé cuántos días, a nuestro lado. 

Aunque, debo confesar que no todos saldremos del abismo oscuro ya que pocos han deseado continuar su camino; tomaron aquellos la salida fácil: abrazar al frío olvido. Los que hemos tomado la cuerda la subimos poco a poco que parece nunca llegar la salida; hay ocasiones, sadly, que por no aferrarnos bien de nuestra salvación nos dejamos caer unos milímetros y dejamos de vivir por unos instantes.  Retomamos nuestra lucha; continuamos subiendo mientras rogamos con nuestras dulces rosadas sonrisas sentir el aire primaveral en nuestras mentes [**].  

Finalmente, seguimos subiendo por la cuerda tratando de no ser absorbidos en cada movimiento hacia arriba que damos por esa espina del alma punzante, sino, de lo contrario, perderíamos todo logro conseguido desde nuestra caída.  

domingo, 12 de febrero de 2017

El invierno lo recuerda...

Mi pequeño suspiro que palpita aún, a pesar que te he sentenciado al olvido. ¿Por qué le quise tanto como un hermano cuando ni siquiera estabas en un 100% de serlo? Además, ni crush fue de mí. So, tell me why am I feeling loneliness for this stupid farewell . Yo sé que me quiso con il tutto tuo cuore. Sin embargo, yo fui como el cruel invierno infernal: le curé las heridas bajo mi manto de mármol, pero, a su vez, le herí con tristes y angustiosas espinas de una rosa del Infierno. 
Ahora, los dos caminamos bajo senderos muy alejados. Yo ruego su felicidad, pues no me queda cosa alguna más por hacer. Tal vez, ahora usted ha encontrado un sueño por el cual vivir, lo cual me alegra.  Mas si fuere así, one day will I be able to talk to you once again? You know just for fix our broken friendship. It's just that, no more. 

Como sea, seguiré recordando aquellos pocos días felices que compartimos en palabras nocturnas y desveladas efímeras. Le agradezco por enfrentarse al invierno infernal. Algún día, nos volveremos a ver así que si ese día llega le pido de la manera más amable que no cantemos el triste fin. Quiero seguir adelante con la herida sanada; no la volveré a tocar.  Seguramente, usted desea lo mismo.  So, what do you think about it?


El tweet ha sido publicado como prueba de mi deseo y si usted supiere de mi blog o de mi Twitter entendería que lo busco para arreglar el problema. Como no es posible, le escribo sabiendo que usted no leerá palabra alguna de esto; me consuela saber que almaceno mis recuerdos en las pláticas de mis redes sociales. De esta manera, usted se mantiene como el recuerdo dulce de una tragedia. 

C U. Maybe, the last chance you gave me was the first step for understanding the hell winter. 
Really, I wish you come back to talk to me as the happy days we had like friends. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

Narrativa

¡Hola desconocidos!

Aquí les dejo el link de mis escritos narrativos de mis pato aventuras,  o sea, de mis historia de la vida cotidiana que me parecen interesantes para comentar aquí. Asimismo, habrá uno que otro escrito mío, ya sea novela, cuento o intento de poesía.

Mediante avance con los escritos los iré ordenando alfabéticamente. Por ahora, los dejaré  cronológicamente.

Mis (pato) aventuras:
  1. Un viaje en la gran bestia del subterráneo
 Cuentos:
  1.  希望Noctis (Kibō Noctis) 

Novelas:
  1.  泣ヶ原(Nakigahara) (Sinopsis) (NO COMPLETA)
             Para mayores de 18 años. Puede contener escenas sexuales y/o violentas       
Lágrimas 02: El transporte
Lágrimas 03: El encierro
Lágrimas 04: Esperanza, fortaleza
Lágrimas 05: El traslado y un "nuevo" hogar
Lágrimas 06: Preocupaciones
Player 01: Mala presentación
Player 01: La noticia y el inicio de una aventura inimaginable
Player 01: El primer día de trabajo
Player 01: Primeras lágrimas 
Players 01: Segundas lágrimas (2010-??-??)


Un viaje en la gran bestia del subterráneo

Estoy en una de las estaciones del Metro, la serpiente naranja del subterráneo, esperando a que llegue con sus habitual cara seria, la cual no siempre tuvo, pues, posiblemente en sus inicios de trabajo sonreía gustosamente porque llevaría dentro de él a muchas personas a sus rumbos y, a su vez, acercaría a los habitantes del Estado de México al Distrito Federal (actualmente renombrado como Ciudad de México). Sin embargo, un día se sintió tan mal por la falta de mantenimiento que su jovial corazón comenzó a latir lentamente; su sufrir empezó desde ese día; su alegría fue fulminada por la apatía del NO cuidado ni subsidio para su mantenimiento. A pesar de ello, continúa sus labores con el palpitar quejoso en su cuore. 

Llega, después de unos minutos, la bestia de la tierra nocturna. Se detiene para dejar descender a algunos de sus viajeros, quienes, a veces, empujan sin motivo alguno o, en otras ocasiones, no dejan bajar a quienes lo necesitan. En fin, abordo en uno de los pequeños huecos que quedan. El camino hacia mi destino inicia.  De repente, en una parte del túnel se detiene porque parece que su dolor del corazón lo vuelve a herir; se para momentáneamente a rogar por un día más, ¡sólo un día más! Un ruego para no fallar, una plegaria para continuar. Después del breve descanso, sigue su camino y mientras  avanza, dejando atrás lo sucedido, empiezo a recordar que una pena como la de la gran bestia naranja vive dentro de nosotros. Nos quiere almorzar con cada congoja almacenada en nuestra alma.  Pero pocos luchan por vivir.  En mi caso, me derrumbo antes de llegar a la cúspide y, una vez más, me levanto; el ciclo se vuelve vicioso. Incluso adictivo.

En el túnel aparecen unas cuantas luces, blancas y azules, las cuales alejan las sombras, los demonios de la mente. La gran bestia lo sabe y, por ello, lucha por su supervivencia. Sus conductores hacen lo posible por mantenerla con vida. Aunque hay ocasiones en las que la bestia tiene que dormir un buen rato. Los susurros de su cuita lo carcomen con cada respirar; no se rinde aun así ya que su mente, lastimada con el tiempo, pelea por vivir día a día. La bestia sabe cuán importante es su misión para la gente de la zona metropolitana.

Por todo ello, sigo el ejemplo de mi amada bestia: la serpiente naranja del subterráneo metropolitano.
A ella a veces le sonrío porque así le agradezco su fortaleza por formar parte de mi medio de transporte, mi compañero de viaje.

Finalmente, arribo a la estación de mi destino. Desciendo sin mirar atrás porque ella se va usualmente rápidamente al final del inicio del viaje. Comienza su ciclo, al igual que yo.

martes, 7 de febrero de 2017

How many times...?

 2017年2月7日

How many times I said "I'm okay", but I'm not really, My heart hurts when I remember the last talk, maybe I shouldn't treated you as I did that fckn day. However, my dear friend, what could I have done for stopping your love for me? You couldn't hear my sad Nos; you couldn't understand how I am either. So how should I did?

After all, the destiny for being together as friends was not written for now. One day, we're gonna meet us again and when that day arrives how will we be? Will our pains fade away or... will we keep being like two innocents kids yet? No one knows, no one can't guess it. The destiny is the uncertainty which eats my soul each night I am ashamed of my replies of that last sad talk.

Finally, the only one thing that I'm sure is I'll need to look forward and never look back because there's no time for falling apart once again.  I decided this way and I'll fight for reaching my sweet goals. So c'mon! I can do it!  You can do it too!

Let's smile as many times as I need.

Although, I confess, tonight I have inside of me an enormous melancholy that it's expanding over all my body. However, this is my first mission: I have to stop it before it eats all my will for living and, because of that, I don't have any will of power.

I'll smile before I go to bed.

See you.

domingo, 5 de febrero de 2017

考え(Pensamientos)

Ésta es la sección de pensamientos, la cual puede ir desde mis Cartas, en las que, por cierto, son recuerdos muy atesorados de mi pasado ya sea por lo bello que son o por lo triste, hasta escritos pequeños estilo reflexivo en los que cuestiono lo que me sucedió en un cierto día. 
La fecha estará al estilo japonés al lado del título del post. Lo hago así porque me parece bonito este detalle. 😋😋

Por cierto, veré si mis acomodos de los pensamientos quedan mejor por fecha cronológica o por alfabeto. Por ahora, será en modo cronológico.

Actualización: 19/02/2017. 

  1. Carta otoño-invierno atardecida (平成29年2月5日)
  2. How many times...? (平成29年2月7日)
  3. El invierno lo recuerda... (平成29年2月12日)
  4.  心の忘れない痛み:パッサト   (平成29年2月19日)

Carta otoño-invierno atardecido

2017年2月5日

¿Te acuerdas cuando nos conocimos? ¿Recuerdas de qué trato nuestra primera charla? Tal vez ahora no me puedas contestar tan rápidamente como quisiere porque te lo pregunto sin decir un por qué. Pero, creeme, que lo empecé a recordar apenas oí una canción de Apocalyptica, la de I don't care. Ignoro la razón de por qué comencé a irme a mi pasado con esa rola.

Como sea, aún recuerdo que cuando hablamos por vez primera fue debido a que Shampi, amiga nuestra, me comentó si podría presentarme, via MSN, a un buen amigo de ella. Ese buen amigo eras tú.  No supe en ese momento, hasta muchísimo después, qué te dijo a ti para que los dos habláramos. Esa plática fue de las más divertidas que jamás había tenido con un chavo. (Era la primera vez que hablaba bien con un niño). Sin embargo, como sabrás, te ignoré después de ese primer maravilloso día.  No tenía ningún interés en seguir con la charla ya que muy dentro de mí aplicaba la desconfianza que le tenía a la gente; lo aprendí desde muy pequeña. Las personas dicen mucho de lo que son, pero sus palabras se queman con sus acciones; prometen tanto que cumplen nada. 

No obstante, Chronos ya nos tenía algo preparado. No lo sabríamos hasta mucho después, ¿no? 
Un día aterrador para mí  me obligó a recurrir a ti; no dudé en ningún momento en que serías tú quien fungiría como mi consejero de aquel momento.  ¿Te acuerdas de mis frías palabras? Fui tan sutil como una bala de cañón.  Desde ese día, nos volvimos amigos. Asimismo, ese día empezó a sanarse mi herida de los 6 años, mas, a su vez, otra herida nacía en mí: me había enamorado.

Ese amor lo negué tantas veces que creí, inocentemente, poderlo apagar con un "basta", empero no resultó así debido a que cada vez más aumentaba la punzante punta dorada de la flecha en mi corazón.  Eros me hacía pagar las burlas que había cometido.  Entendí que Eros era uno de los más magnos dioses: el amor es el veneno que consume a dioses y mortales para bien como para mal.  En suma a este castigo, YO rompía las reglas dictadas tiempo atrás en mi hogar: "no enamorarse".  Estuve condenada por un largo tiempo al veneno que me dejaba lacrimosa con cada palabra que recibía de ti. 

Al final, ya para acabar este azuloso recuerdo, me alegra haberte conocido. Tú y sólo tú has podido soportar mi frío infernal. Mis altas y mis bajas las sabes comprender o, al menos, eso es lo que me has hecho creer.  Eres el amor que me hirió, pero, sin querer, el amor que me fortaleció también.