Mostrando las entradas con la etiqueta reflexión. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta reflexión. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de agosto de 2018

希望Noctis (Kibō Noctis)

¡Hola gente desconocida!
 Ésta es una historia que ya lleva sus años escrita por mí. La guardé como una nota en una red social. Pocos la vieron, pero, después de meditar tanto tiempo y desaparecerme de aquí, quiero volver con un un relato que impacte al alma del lector. Sin más les dejo la lectura. Espero que sea de su agrado. 
___________
Voy a cumplir el año de habitar en esta selva llena de ciegos que dicen que ven. He demostrado a mi familia — y por supuesto que también a mí — que he llegado ser más valiente que hace 12 meses. Sin embargo, mi amada familia no ha regresado por mí. Todavía tengo la esperanza de que ellos vengan a recogerme. ¡He cumplido la misión! Espero que me reconozcan ante la suciedad que mi cuerpo, ahora flaco como los hashi (palillos japoneses), ha llevado en este tiempo cruel como símbolo de samurai que ha ganado en la guerra.

domingo, 19 de febrero de 2017

心の忘れない痛み:パッサト*



               *(Kokorono wasurenai itami: Passato/ El dolor inolvidable del alma: Passato)


A veces, sino es que siempre, caminamos bajo la sombra de la rutina. Un círculo de horas que nos lleva a ser cual máquinas sujetas a las orden del Maestro. Sin embargo, en algunos momentos de nuestra delicada existencia se siente, dentro de nuestra anima, un vidrio quebrar. "¿Qué sucedió?", nos preguntamos extrañados de la pequeña roptura de las acciones nuestras. Pensamos segundos eternos sobre lo que nos ha acabado de suceder; concluimos que sufrimos por un recuerdo no curado. Nos proponemos a indagar de cuál es; descubrimos que, efectivamente, es aquel del mas azul y remoto día que creímos superar. Sin embargo, como hemos comprobado ahora, no ha sido así. Volvemos a repetir, por ende, las imágenes húmedas, turquesa, carmesí que ahondaron en el kokoro muchas lunas atrás. La tortura que olvidamos y no olvidamos inicia en  nuestra mente fragmentada. "¿Por que, carajos, lo hice?", nos cuestionamos una vez más. Nos incrustamos el veneno del eterno sufrir, en vez de escupirlo far away from us.     

Los segundos se vuelven minutos; los minutos, horas; las horas, días; los días, semanas; las semanas, meses y así hasta ahogarnos completamente en nuestro dark abyss.  Las rutina ahora se tornan tan tediosas que el corazón no canta en las horas alegres; susurra humedad, rabia, impotencia de ojos que no pudieron cambiar el rumbo de la situación. No importa ya cuantas palabras de viento motivante oigamos, pues hemos caído ciegos al dark abyss, which is eating our, now, weak souls. Nadie nos puede iluminar, sólo nuestra fuerza de vivir nos ayudará a ver la cuerda difuminada que está, desde algunos no sé cuántos días, a nuestro lado. 

Aunque, debo confesar que no todos saldremos del abismo oscuro ya que pocos han deseado continuar su camino; tomaron aquellos la salida fácil: abrazar al frío olvido. Los que hemos tomado la cuerda la subimos poco a poco que parece nunca llegar la salida; hay ocasiones, sadly, que por no aferrarnos bien de nuestra salvación nos dejamos caer unos milímetros y dejamos de vivir por unos instantes.  Retomamos nuestra lucha; continuamos subiendo mientras rogamos con nuestras dulces rosadas sonrisas sentir el aire primaveral en nuestras mentes [**].  

Finalmente, seguimos subiendo por la cuerda tratando de no ser absorbidos en cada movimiento hacia arriba que damos por esa espina del alma punzante, sino, de lo contrario, perderíamos todo logro conseguido desde nuestra caída.  

domingo, 12 de febrero de 2017

El invierno lo recuerda...

Mi pequeño suspiro que palpita aún, a pesar que te he sentenciado al olvido. ¿Por qué le quise tanto como un hermano cuando ni siquiera estabas en un 100% de serlo? Además, ni crush fue de mí. So, tell me why am I feeling loneliness for this stupid farewell . Yo sé que me quiso con il tutto tuo cuore. Sin embargo, yo fui como el cruel invierno infernal: le curé las heridas bajo mi manto de mármol, pero, a su vez, le herí con tristes y angustiosas espinas de una rosa del Infierno. 
Ahora, los dos caminamos bajo senderos muy alejados. Yo ruego su felicidad, pues no me queda cosa alguna más por hacer. Tal vez, ahora usted ha encontrado un sueño por el cual vivir, lo cual me alegra.  Mas si fuere así, one day will I be able to talk to you once again? You know just for fix our broken friendship. It's just that, no more. 

Como sea, seguiré recordando aquellos pocos días felices que compartimos en palabras nocturnas y desveladas efímeras. Le agradezco por enfrentarse al invierno infernal. Algún día, nos volveremos a ver así que si ese día llega le pido de la manera más amable que no cantemos el triste fin. Quiero seguir adelante con la herida sanada; no la volveré a tocar.  Seguramente, usted desea lo mismo.  So, what do you think about it?


El tweet ha sido publicado como prueba de mi deseo y si usted supiere de mi blog o de mi Twitter entendería que lo busco para arreglar el problema. Como no es posible, le escribo sabiendo que usted no leerá palabra alguna de esto; me consuela saber que almaceno mis recuerdos en las pláticas de mis redes sociales. De esta manera, usted se mantiene como el recuerdo dulce de una tragedia. 

C U. Maybe, the last chance you gave me was the first step for understanding the hell winter. 
Really, I wish you come back to talk to me as the happy days we had like friends. 

domingo, 5 de febrero de 2017

Carta otoño-invierno atardecido

2017年2月5日

¿Te acuerdas cuando nos conocimos? ¿Recuerdas de qué trato nuestra primera charla? Tal vez ahora no me puedas contestar tan rápidamente como quisiere porque te lo pregunto sin decir un por qué. Pero, creeme, que lo empecé a recordar apenas oí una canción de Apocalyptica, la de I don't care. Ignoro la razón de por qué comencé a irme a mi pasado con esa rola.

Como sea, aún recuerdo que cuando hablamos por vez primera fue debido a que Shampi, amiga nuestra, me comentó si podría presentarme, via MSN, a un buen amigo de ella. Ese buen amigo eras tú.  No supe en ese momento, hasta muchísimo después, qué te dijo a ti para que los dos habláramos. Esa plática fue de las más divertidas que jamás había tenido con un chavo. (Era la primera vez que hablaba bien con un niño). Sin embargo, como sabrás, te ignoré después de ese primer maravilloso día.  No tenía ningún interés en seguir con la charla ya que muy dentro de mí aplicaba la desconfianza que le tenía a la gente; lo aprendí desde muy pequeña. Las personas dicen mucho de lo que son, pero sus palabras se queman con sus acciones; prometen tanto que cumplen nada. 

No obstante, Chronos ya nos tenía algo preparado. No lo sabríamos hasta mucho después, ¿no? 
Un día aterrador para mí  me obligó a recurrir a ti; no dudé en ningún momento en que serías tú quien fungiría como mi consejero de aquel momento.  ¿Te acuerdas de mis frías palabras? Fui tan sutil como una bala de cañón.  Desde ese día, nos volvimos amigos. Asimismo, ese día empezó a sanarse mi herida de los 6 años, mas, a su vez, otra herida nacía en mí: me había enamorado.

Ese amor lo negué tantas veces que creí, inocentemente, poderlo apagar con un "basta", empero no resultó así debido a que cada vez más aumentaba la punzante punta dorada de la flecha en mi corazón.  Eros me hacía pagar las burlas que había cometido.  Entendí que Eros era uno de los más magnos dioses: el amor es el veneno que consume a dioses y mortales para bien como para mal.  En suma a este castigo, YO rompía las reglas dictadas tiempo atrás en mi hogar: "no enamorarse".  Estuve condenada por un largo tiempo al veneno que me dejaba lacrimosa con cada palabra que recibía de ti. 

Al final, ya para acabar este azuloso recuerdo, me alegra haberte conocido. Tú y sólo tú has podido soportar mi frío infernal. Mis altas y mis bajas las sabes comprender o, al menos, eso es lo que me has hecho creer.  Eres el amor que me hirió, pero, sin querer, el amor que me fortaleció también.