sábado, 25 de marzo de 2017

Un reinicio después del ataque del virus.

¿Saben? Hay veces en las que no quiero hablar con nadie porque no hay persona alguna en ese momento que pueda explicarle mi estado emocional. Solo anhelo cerrar mis ojos y desaparecer momentáneamente del mundo.
Pues bien, hace unas semanas así me sentí debido a una discusión que tuve con un amigo al que apreciaba mucho. --Aún a la fecha lo aprecio, pero ya no tanto --. Sin embargo, con cada mensaje de odio hacia mí parece que ya no volveremos a ser los mejores amigos. Me va quedando claro que mi amistad con él ya quedó en las más grises, sangrientas ruinas.  

Me he esmerado por recobrar su amistad, de saber qué fue lo que le hizo ser hostil conmigo; no he conseguido, lamentablemente, respuesta a mis interrogantes. No obstante, he obtenido a cambio de esos ataques constantes de su parte el apoyo de amigos, quienes, por cierto, me han ayudado a salir adelante. Por ellos, sigo con el corazón latiendo esperanza.

No tengo más razones para llorar, por lo cual he vuelto a mi blog personal en el que, como se han dado cuenta, que hay temas un tanto variados. 
Por tanto, esta entrada es para notificar a quienes me leen [si es que hay almas que lo hacen] que he vuelto. No prometo comentar algo cada semana ya que por las tareas de la escuela no puedo hacerlo siempre, mas trataré de estar online todas las veces que me dé un break como el de ahora. 

Sin más,  espero que, quienes me leen, les agraden mis temas. Ya veré si meter un cuento, el cual estoy por escribir. Pero... shhh es aún una sorpresa. 

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